martes, 24 de abril de 2012

Evangelio del IV Domingo de Pascua

Jn 10,11-18


“Entregó su vida como Siervo;
ha resucitado como Buen Pastor,
que seguirá al frente de su rebaño
hasta el fin de los tiempos”

1° lectura: Hech 4,8-12: “Ningún otro puede salvar”

Sal 117,1.8-9.21-23.26.28 y 29: “Es el Señor quien lo ha hecho”

2° lectura: 1Jn 3,1-2: “¡Mirad qué amor nos ha tenido el Padre!”

A Dios gracias hay también de aquellos jóvenes que venciendo todo temor y lanzándose a la gran aventura le dicen al Señor “aquí me tienes, haré lo que tú me pidas”, perseverando en ese seguimiento día a día a pesar de las múltiples pruebas, obstáculos, tentaciones y dificultades que se les presentan en el camino. Hay también padres generosos que respetando la libertad de sus hijos los alientan a escuchar la voz del Señor y seguirlo con generosidad. También ellos sin duda recibirán del Señor “el ciento por uno”, por la inmensa generosidad y sacrificio que significa entregarle un hijo al Señor.

Oremos, pues, este Domingo especialmente, por las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada.Oremos intensamente por todos aquellos que de este modo son bendecidos por Dios, para que sepan ser sensibles a su voz y sepan responder con decisión, con coraje y generosidad a tal llamado. Recemos también por la fidelidad de todos aquellos que han respondido ya al llamado del Señor, para que permanezcan siempre fieles a su llamado en medio de las múltiples pruebas y situaciones adversas que se les puedan presentar. Recemos por todos ellos este Domingo, pero también cada día, especialmente en familia. Esta oración es un deber de todo católico coherente y de toda familia cristiana.

0 comentarios:

Publicar un comentario