martes, 12 de octubre de 2010

Domingo 17 de Octubre de 2010 29º. Domingo del Tiempo Ordinario

Ex 17,8-13
Teniendo Moisés las manos en alto, vencía Israel

Salmo 120(1-8)
El auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la
tierra.

2Tim 3,14-4,2
Proclama la Palabra a tiempo y a destiempo

Evangelio Según San Lucas 18, 1-8


Punto central del evangelio: Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que están clamando a Él día y noche, y les hace esperar? Os digo que les hará justicia pronto. Pero, cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará la fe sobre la tierra?

Resumen para reflexionar

Jesús propuso esta parábola para invitar a sus discípulos a no desanimarse en su intento de implantar el reinado de Dios en el mundo. Para ello deberían ser constantes en la oración, como la viuda lo fue en pedir justicia hasta ser oída por aquél juez que hacía oídos sordos a su súplica. Su constancia llevó al juez a hacer justicia a la viuda, liberándose de este modo de ser importunado por ella.

Interrogantes para reflexionar

  • Como la viuda del Evangelio, ¿soy una persona perseverante, convencida, que sabe lo que debe querer y en ello se realiza?
  • Si la viuda representa a las personas sencillas e indefensas. ¿Cómo se podría leer la parábola en este sentido, en un tiempo como el que vivimos?

Conclusión personal: 

El cristiano, consciente de la compañía de Dios en su camino hacia la justicia y la fraternidad, no debe desfallecer, sino insistir en la oración, pidiendo fuerza para perseverar hasta implantar su reinado en un mundo donde dominan otros señores. Sólo la oración lo mantendrá en esperanza.

Conclusión comunitaria:

No andamos dejados de la mano de Dios. Por la oración sabemos que Dios está con nosotros. Y esto nos debe bastar para seguir insistiendo sin desfallecer. Lo importante es la constancia, la tenacidad

0 comentarios:

Publicar un comentario